Para mí opinión y por mi forma de ser , me parece muy correcto este refrán porque todos necesitamos ponernos en el lugar del otro, y no debes causarle a alguien lo que ya tú has sufrido.
Desde el punto de vista del emisor, el primero que lo hace, no se hace ni la más mínima idea del daño que puede causar con tan poco, no sabemos en qué sentido lo analiza el receptor ni cómo puede reaccionar. El problema llega cuando este, el receptor, no es capaz de aguatar el momento de agobio y callarse , es decir , el problema es que este reaccione diciéndole algo igual o mayor. Es difícil controlarse después de recibir cualquier despropósito , pero para esto necesitamos la empatía, no es tan difícil ponerse en el lugar del otro ni mucho menos. No vas a quedar cómo un tonto por no responderle, al contrario , demuestras madurez en tal ocasión.
Por lo tanto, podemos decir que antes de hablar en un momento de nervios y decir un despropósito que no sirve para nada , debes pararte a pensar y tener algo de empatía.
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